Sé que he estado ausente, sé que he pedido más de lo que entrego.

Estoy pasando por muchos cambios personales, existenciales y emocionales que jamás había experimentado y, en ocasiones, me he sentido rebasado por éstos.

Mi intención nunca ha sido lastimar a las personas que quiero, nunca he querido ausentarme en momentos importantes para mis amigos y familia pero lo he hecho.

Desde luego mi argumento más fuerte es que la pandemia así lo ha demandado y siempre he puesto mi salud y la de mis cercanos inmediatos como prioridad. Siempre preferí ser la parte prudente del problema y no la parte retadora.

Ya falta poco para vacunarse y sentir más libertad, sin embargo, lo que no se irá con la vacuna será la intolerancia y rechazo que he recibido por ser como soy y por pensar lo que pienso.

Gracias al trabajo que estoy haciendo de tomarme en serio mi salud mental y mis trastornos me he podido liberar de muchas actitudes y acciones destructivas a mi alrededor y de las cuales ya no pretendo formar parte.

No he creado ni he sido parte de un lugar seguro para poder expresar mis sentimientos con mucha gente y lo lamento mucho pero sé que pronto estaré en el lugar correcto para lograrlo.

A todos los que he defraudado con mi ausencia en este último año les pido una disculpa, pero, si lo que expreso y siento les es motivo de burla o afán de menospreciar mis palabras, agradezco que así lo sea y espero nunca volver a toparme con ustedes.

A los que la empatía y el cariño predominan en su mente mientras leen esto, gracias por tanto y perdón por tan poco. Pronto nos veremos y celebraremos la vida entera.